El sitio que albergaría la Zona Económica Especial de Progreso
El Producto Interno Bruto de México (PIB) crecerá este año 6% y algo parecido podría ocurrir en 2022, pero después ese avance se frenará debido a la falta de inversión, advirtió el exsecretario de Hacienda Carlos Urzúa Macías.
Este crecimiento se explica por dos motivos, dice: uno, como efecto “de rebote”, luego de la caída del PIB de 8.5% el año pasado, y dos, por la puesta en marcha del T-MEC y la agresiva política de subsidios del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que ha permitido aumentar las exportaciones mexicanas a ese país.
Urzúa Macías, quien estuvo en el gabinete del presidente Andrés Manuel López Obrador de diciembre de 2018 a julio de 2019, dio anoche una conferencia en la primera jornada del 10o. Foro IMEF Yucatán, organizado por el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas delegación Yucatán.
Su participación fue vía Zoom y actuó como moderador el presidente local del Instituto, Santiago José Pérez Arjona.
En su intervención, el exfuncionario afirmó también que ve poco probable la aprobación de una reforma fiscal en este sexenio y abordó temas de la economía yucateca.
La cancelación de la Zona Económica Especial (ZEE) de Progreso por parte del gobierno de López Obrador “fue un error, difícil de enmendar”, y sobre el Tren Maya afirmó que es un “proyecto idílico”, aunque más importante de lo que mucha gente piensa, refirió.
Respecto al comportamiento de la economía, indicó: “creo que en 2021vamos a crecer entre 5% y 6% y también el año que entra, pero aquí viene el pero, que es el siguiente: si ya queremos pasar más allá del rebote, de las consecuencias de las medidas extraordinarias de Biden, pues necesitamos invertir y no estamos invirtiendo”.
Ya en 2019, antes de la pandemia, se venía reduciendo la inversión privada respecto al PIB, recordó. El año pasado ésta no llegó más allá del 16% del PIB, cuando debería ser del 20%.
“Los inversionistas no tienen la culpa, porque parte del asunto es cíclico, si la economía cae, también cae la inversión, pero además, creo que el gobierno no ha abonado para tener un ambiente proinversión”.
Necesidad
“No hay de otra, si queremos crecer en los próximos años a 4.5% en forma sostenida, necesitamos una inversión privada del 5% del PIB e inversión pública del 20%”.
Ahora la inversión del gobierno es de 2.7% del PIB, que es muy poco y se ha ido “en proyectos que en costo-beneficio no son los mejores para el país, como la refinería de Dos Bocas”.
Al inicio de su conferencia, Urzúa Macías habló sobre la política seguida por el gobierno federal ante la pandemia.
El funcionario recordó que el PIB cayó 8.5% en 2020, “una cantidad extraordinaria. Realmente no habíamos tenido noticias de un retroceso así desde nuestros abuelos, en la Gran Depresión de 1929. Fue una caída extraordinariamente alta”.
También explicó que el gobierno respondió mal ante esta situación. Primero, el Banco de México “no tomó una postura más agresiva en términos de política monetaria”; es decir, se tardó en bajar las tasas de interés de referencia.
Pero me parece que el error principal del gobierno federal fue su política fiscal de “dejar hacer y dejar pasar, que fue muy irresponsable”, consideró.
Es cierto que hubo un incremento en el gasto público, señaló, pero esencialmente fue debido a las tasas mínimas de deuda y a una serie de circunstancias que no tenían nada que ver con el gasto de capital en infraestructura y el gasto corriente, “que uno quisiera que se hubiese empleado de manera más agresiva”.
“Para darles un ejemplo: durante mi paso por el gobierno me tocó negociar una línea de crédito con el Fondo Monetario Internacional de más de 60,000 millones de dólares con tasas de interés básicamente nulas, pero para mi sorpresa, el gobierno federal no hizo uso de esos recursos”.
“¿Qué se debió haber hecho?”, preguntó. “Aumentar el gasto público, pero no en proyectos faraónicos, con poco efecto multiplicador, como Dos Bocas. Se debió aumentar el gasto en carreteras, en puertos, en defender el empleo, como en otros países”, mediante el subsidio al pago de las cuotas del Seguro Social, por ejemplo.
Tratado
Urzúa Macías explicó que pese a esto la economía crecerá este año, porque por un lado se puso en marcha la segunda versión del TLC —que es la piedra angular de nuestra economía— y luego “tuvimos la suerte de que Biden llegara al poder” e impulsara una sorprendente política económica que, “de entrada, incluye un paquete fiscal que ayuda a los desempleados, reduce los impuestos personales y promueve ciertos niveles de inversión en infraestructura, del orden de ¡1.9 millones de millones de dólares!”.
Este paquete de Biden, añadió, “significa que nuestras exportaciones van a repuntar, lo mismo que las remesas. Estas podrían pasar de 40,000 a 50,000 millones de dólares al año”, dijo.
A la pregunta del moderador de si creía que el gobierno aprobaría una reforma fiscal este año, Urzúa respondió: “lo dudo”.
Progreso
Respecto a Yucatán, señaló que la suspensión del plan para abrir una Zona Económica Especial en Progreso y en otras regiones del país, “fue un error”.
“Progreso es un puerto muy interesante para ustedes, donde, cuidando las cosas se pueden generar decenas de miles de empleos”.
En lugar de las zonas económicas, explicó, el presidente propuso el Corredor Transístmico de Tehuantepec. “Este consiste en hacer de nueva cuenta el ferrocarril que ya había hecho Porfirio Díaz”. No obstante, dijo, de todos los grandes proyectos del gobierno, “éste es el más barato, porque ya existen las vías y solo hay que mejorarlas en ciertos tramos”.
Sobre el Tren Maya opinó que le parece “idílico”, aunque puede ser “un proyecto más interesante de lo que la gente piensa”. “Ciertamente tiene tramos, por ejemplo entre Cancún y Playa del Carmen, donde se necesita un mecanismo de transporte mejor, pero la verdad es que el tren ha ido avanzando muy lentamente y no se va a dar tampoco en este sexenio”.
Empero, “es un proyecto que me parece tendrá un poquito más de sentido que la refinería”.
El moderador le preguntó también sobre las consecuencias que habrían para la economía por un eventual control de Morena de la Cámara de Diputados en las próximas elecciones.
“No tengo bola de cristal, no sé lo que pasará”, respondió, “pero a mí me gustaría que el Congreso sea más diverso, más heterogéneo”.