Parejas del mismo sexo que vivan juntos siempre las ha habido y siempre las habrá. Está muy bien buscar el velar por los derechos humanos de estas personas, adelante, que se cubran sus necesidades, pero no llamar matrimonio a lo que no es matrimonio, expresó el arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega.

Monseñor expresó lo anterior al referirse al matrimonio igualitario en la entidad, tema que se encuentra en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

El arzobispo también comentó que, sobre todo, no hay que facilitarles la adopción.

Es injusto que algunos quieran a toda costa otorgarles adopción y que otras parejas, el hombre y la mujer, que tengan todas las posibilidades de recibir hijos, les ponen dificultades, les hacen muy difícil ese proceso o simplemente no se les concede, añadió a medios de comunicación al ser cuestionado sobre el tema antes de celebrar la misa del Miércoles de Ceniza en la Catedral de Mérida.

Entonces hay que resaltar el valor de la familia, procurar a la familia y que nuestros gobernantes escuchen verdaderamente al pueblo, no a minorías que hacen ruido, expuso el prelado.

Como Iglesia no podemos pensar en otra cosa. Nos toca defender a la familia como institución, comentó. Creo que todo mundo tiene derecho a expresar lo que piensa y lo que siente, pero ojalá se escuche realmente a las mayorías porque hay grupos que hacen mucho ruido, pero no son la mayoría.

Lamentablemente nuestra población es sumamente pasiva y no se manifiesta, pero ojalá no nos infundan algo que no es propio ni de nuestro pueblo mexicano ni mucho menos de nuestra Iglesia, dijo el prelado.

Resolución pendiente

Como hemos informado, el Colectivo por la Protección de Todas las Familias en Yucatán informó que el 24 de febrero próximo la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) decidirá si el Congreso de Yucatán está en desacato por no haber permitido el matrimonio entre personas del mismo sexo.