La velocidad de la recuperación de Estados Unidos dejó a los ejecutivos, inversionistas y economistas luchando para interpretar si la escasez de mano de obra y el aumento de los precios indican una ola de calor económico veraniego a corto plazo o un periodo más prolongado de una peligrosa inflación.
Algunas de las compañías más grandes del país elogiaron la fortaleza de la recuperación en las presentaciones de resultados recientes al tiempo que se negaron a predecir si el rápido despliegue de la vacunación y el enorme estímulo fiscal causarán problemas para el sector corporativo estadunidense.
“El segundo semestre probablemente tendrá más incertidumbre que un año normal”, advirtió Doug McMillon, director ejecutivo de Walmart, esta semana, incluso cuando él y sus contemporáneos señalaron la fortaleza del gasto de los consumidores y la perspectiva de que las elevadas tasas de ahorros indiquen una continua demanda acumulada.
El fabricante 3M se encuentra entre una serie de compañías que destacaron la semana pasada “la tremenda inflación” en los costos de mano de obra, fletes y algunas materias primas, aunque elevó los precios a los clientes.
Algunos datos económicos recientes levantaron las señales de alerta, como un aumento en los precios del consumidor, aunque se motivó por factores que pueden ser transitorios. Estos incluyeron un fuerte aumento en el precio de las tarifas aéreas a medida que los estadunidenses comenzaron a viajar de nuevo, y la mayor demanda de coches usados que se desató por la escasez de chips que afectó la producción de vehículos nuevos .
La débil creación de empleos del mes pasado ocultó un panorama más confuso, y fue provocado por una caída en los empleos de trabajos temporales, fletes, almacén y fabricación.
“La pandemia cortó el mercado y eligió determinadas industrias y las demolió como un huracán, pero se saltó otras y las dejó intactas”, dijo Nela Richardson, economista jefe de ADP. Esas disparidades fueron más evidentes en los resultados de las compañías.
Una fuerte alza en los precios de la madera perjudicó a los constructores de viviendas y a los minoristas de hágalo usted mismo, mientras que las cadenas de ropa como TJX advirtieron que la escasez de choferes podía mantener los costos de fletes “obstinadamente altos” todo el año.
Gershon Distenfeld, codirector de renta fija de AllianceBernstein, dijo que “desde hace mucho es evidente que habría un aumento de los precios en la primavera y verano de este año. La pregunta no es si los precios van a subir en el corto plazo, eso ya ocurrió, es si esto va a ser persistente”.
A pesar de la evidencia generalizada de la escasez de trabajadores, compañías como Disney y Home Depot expresaron confianza en que pueden contratar personal para satisfacer la reactivación de la demanda del consumidor, al mismo tiempo que trasladan los costos más altos a los clientes.
Sin embargo, algunos empleadores están preocupados por un mercado laboral más reducido, ya que una combinación de factores hace más difícil encontrar personal, incluido mayores beneficios del seguro de desempleo, escasez de guarderías y la preocupación por aceptar un trabajo mientras el virus sigue presente.
Un franquiciatario de McDonald’s en Florida ofreció el mes pasado 50 dólares a quien que se presentara a una entrevista de trabajo, y la matriz anunció planes para aumentar los salarios en promedio de 10 por ciento en los 650 restaurantes estadunidenses que administra. El grupo de ropa deportiva Under Armour aumentará su salario mínimo por hora.
Los aumentos de costos y “la falta de trabajadores para llenar las plantas” serán desafíos “que tendremos que navegar durante este largo y caluroso verano”, advirtió a principios de este mes Robert Vitale, director ejecutivo del grupo de cereales Post Holdings, pero espera que más personas regresen a trabajar cuando expiren los beneficios de desempleo.
“Nunca habíamos cerrado durante tanto tiempo y nunca habíamos tenido un apoyo fiscal de este tamaño durante una recesión. La apertura va a ser… turbulenta”, dijo Louise Sheiner, directora de políticas del Hutchins Center on Fiscal and Monetary Policy, un grupo de expertos en economía.
“Hay mucha demanda en algunas áreas, pero no sabes cuánto (tiempo) va a durar”, indicó.
Ellen Zentner, economista jefe para EU de Morgan Stanley, estuvo de acuerdo en que siempre se anticipó un aumento a corto plazo de los precios, pero advirtió que los datos de inflación están “incluso por encima de lo esperado”.
“Veo una gran cantidad de riesgos aquí: el riesgo de una inflación más alta sostenida, el riesgo de que no podamos recuperar suficientes puestos de trabajo tan rápido como nos gustaría y el riesgo de que algunas de estas disrupciones de la cadena de suministro continúen más tiempo y depriman la producción”.
Morgan Stanley espera un crecimiento de 8 por ciento para EU este año, pero si durante el verano persiste un crecimiento laboral decepcionante “eso generará mucha preocupación”, dijo Zentner.
La venta masiva de la deuda pública de EU se ha moderado tras un primer trimestre tumultuoso. Después de tener un rendimiento de casi 1.8 por ciento en marzo, el bono de referencia a 10 años opera ahora por debajo de 1.7 por ciento.
La inflación perjudica a estos tenedores de bonos porque erosiona el valor de sus pagos de intereses. Los indicadores de inflación a corto plazo se ubican por encima de sus contrapartes a largo plazo, lo que indica que los inversionistas suscriben en gran medida la opinión de la Reserva Federal de que el actual brote de inflación es “transitorio”.
Richardson, de ADP dijo que muchas de las presiones de costos actuales son el producto de cuellos de botella temporales y espera que septiembre sea “un punto de inflexión para el empleo”, cuando los niños regresen a la escuela y sus padres regresen al trabajo.
Pero parte del reto para quienes intentan leer los mensajes contradictorios de la economía de EU es que la pandemia tuvo como resultado cambios estructurales rápidos. “No hay nada en la historia que pueda imitar esto, y aunque lo hubiera, la economía cambió en una dirección diferente”.