La economía de Estados Unidos se contrajo un 0.2% en el segundo trimestre del año y entró así en una recesión técnica; encadena así dos trimestres de caídas del Producto Interior Bruto (PIB), como consecuencia de la crisis global derivada de la guerra de Ucrania y de la desbocada inflación.

El dato publicado por la Oficina de Estadísticas Laborales (BEA) confirma un segundo descenso consecutivo del PIB, lo que tradicionalmente se considera una recesión técnica.

Un diagnóstico que, sin embargo, no comparte el Gobierno estadounidense, que no cree que el país se encuentre en un escenario de recesión dada la robustez de su economía.

El dato del segundo trimestre de 2022, el primero de las tres estimaciones que hace el Ejecutivo estadounidense, se produce después de que en el primer trimestre la economía se contrajera el 0.4%.

Según el informe publicado este jueves por la BEA, que calcula un ritmo anual de caída del 0.9 %, como factores de este retroceso están la alta inflación, los problemas en la cadena de suministros y el aumento de las tasas de interés. Como contrapartida subrayó el desempleo.

El dato se ha conocido un día después de que la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos subiera en 0.75 puntos el tipo de interés oficial por segundo mes consecutivo y no descartara otro aumento “inusualmente alto” en septiembre, si la inflación continúa subiendo.