Ciudadanos de Líbano protestaron contra la clase política en medio de la visita del presidente de Francia, Emmanuel Macron, quien realiza un recorrido tras la explosión en la zona portuaria de Beirut, la cual ha dejado hasta el momento al menos 137 muertos y hospitales colapsados debido a la atención a más de cinco mil heridos.

Los afectados gritaron consignas en francés alrededor de Emmanuel Macron exigiendo la salida de los políticos libaneses, calificando además de “terrorista” al presidente Michel Aoun, quien recibió al mandatario europeo el aeropuerto de la capital, para luego ir ambos al puerto, la principal zona afectada por estallido.

“Estoy aquí y propondré un nuevo pacto político esta tarde y volveré el 1 de septiembre para hacerle un seguimiento”, dijo Macron en medio de las protestas espontáneas donde inspeccionaba los daños causados por la explosión. Francia y Líbano mantiene una cercana relación, ya que las autoridades del país europeo protege y asiste a la nación afectada por el estallido en el puerto.

“Mi mensaje es un mensaje de hermandad, amor y amistad de Francia al Líbano y buscamos asegurar la ayuda internacional para el pueblo libanés”, declaró Macron cuando llegó al aeropuerto. Tensión en Líbano viene desde el año pasado En octubre del año pasado, las protestas contra los dirigentes políticos y el sistema sectario que rige en el país, llevaron a la dimisión del entonces primer ministro, Saad Hariri, para luego llegar al gobierno Hasan Diab.

Sin embargo, y aunque las manifestaciones se han limitado durante la pandemia del coronavirus, han seguido de forma esporádica en medio de un empeoramiento de la grave crisis económica, la cual podría profundizarse más tras la explosión que ha dejado a miles de personas sin hogar e innumerables daños materiales.

Las autoridades del gobierno de Beirut informaron que los daños podrían estar entre los 3 mil y 5 mil millones de dólares, mientras se trabaja en encontrar alrededor de un centenar de desaparecidos. El país está de luto oficial de tres días desde ayer y la capital libanesa se encuentra en estado de emergencia bajo la supervisión de las Fuerzas Armadas, encargadas del mantenimiento del orden.