Muchas veces, las niñas y los niños pueden llegar a tener ideas más creativas y revolucionarias que los adultos. Su curiosidad busca explorar y responder cualquier pregunta que encuentren interesante: ¿por qué el cielo es azul?, ¿Qué hace que los pájaros vuelen?, ¿Cuánto pesan las nubes?
Pero también pueden ser cosas mucho más profundas o situaciones que nos conciernen a todos. La política es un tema que afecta la vida de millones de personas, por eso no es extraño que los pequeños y las pequeñas tengan opiniones serias sobre la forma y el rumbo que debe seguir México para ser un mejor país.
Presidente por un día Para Irlanda, de 10 años, sería un gusto ser la primera presidenta de México y, de paso, “cambiar algunas cositas”. Una vez en el cargo, su primera orden sería que todos los mexicanos juntaran la basura de las calles y así tener un país más limpio.
A Luis David, de nueve años, también le gustaría dirigir la nación, aunque desde su punto de vista lo primero que se debería hacer es brindar ayuda a los pobres y mejorar la atención médica para todos los ciudadanos.
Con la misma edad, Matías piensa diferente, pues a él no le gustaría ser el jefe del Poder Ejecutivo; sin embargo, cree que su papá haría un gran trabajo en el puesto.
Pero Alexis, de 13 años, optaría por proponer a una persona más experimentada al frente de México, como Barack Obama.
A Ximena tampoco le gustaría estar a cargo de todo un país y, aunque no se ha puesto a pensar quién podría ser la mejor persona para desempeñar el papel, con tan sólo 11 años sin duda tiene claro cuál debería ser su primer decreto: “que las leyes se respetaran y que los niños y niñas tengan mayores oportunidades de ir a la escuela”.
La mamá de Nina Sofía sería una excelente presidenta, según contó la pequeña de seis años, aunque ella le sugeriría que, como mandataria, diera especial atención a los pobres, “que hiciéramos una campaña para repartir alimentos a los que viven en la calle y no se enfermaran”, propuso.
Peticiones desde el fondo del corazón Luis David no pide mucho a los políticos, sólo que, en conjunto, todos ayudaran a quitar la basura en México y, ¿por qué no? También del mundo.
La misma idea se le ocurrió a Matías, quien les hizo un llamado a cuidar el planeta y hasta propuso reducir el consumo de electricidad. “Les pediría que ya no hubiera tanta basura por todos lados, que cuando los niños salgan a las calles y a los parques tuvieran mucha seguridad, sin necesidad de que sus padres los estén cuidando”, agregó Irlanda.
Por su parte, Tomás Alexander retomó la idea de Luis David sobre la pobreza, pues lo consideró un asunto de suma importancia; por ello, y a sus 11 años, solicitó a los políticos que “a las personas que no tuvieran dinero, darles cobijas y comida, para que no pasen hambre”.
“Que mejoraran las zonas: las calles, las banquetas, los parques, los centros educativos y pusieran más seguridad, ¿a qué me refiero? A más luces y mejores cámaras de seguridad, ya que en la noche es un poco inseguro”, explicó Ximena. Además, Alexis pidió que garantizaran la libertad de expresión y la igualdad de género, y hasta dio una solución: castigar los discursos de odio.
México: sus pros y sus contras
Cultura, tradiciones, música y comida son los principales atributos de México que destacaron los niños y las niñas, “me gustan mucho los tacos”, apuntó Alexis, -aunque Matías no coincide, pues lo más increíble para él son sus leyendas.
Todos aseguraron sentir un gran cariño por su país, especialmente por las fiestas y las playas, sin importar si se trata de las de Mazatlán, Cancún o Veracruz, como relató Nina Sofía. No todo es color de rosa, pues los pequeños son capaces de distinguir los problemas que enfrenta México, “lo que menos me gusta es la delincuencia”, recalcó Luis David.
Aunado a esto, Ximena resaltó el tipo de violencia al que se enfrentan las mujeres, por ello lamentó la cantidad de feminicidios que han ocurrido hasta ahora
“Siempre he visto en los noticieros que matan a las mujeres o roban, eso es lo que menos me gusta: la inseguridad y los feminicidios”, reiteró.
Alexis añadió que tampoco le agrada la corrupción, pero como para otros niños y niñas los feminicidios siguen siendo un tema preocupante, pues “me da miedo que le pase algo a mi mamá”.
A pesar de eso, otros tomaron lo malo con ingenio, “¿qué es lo que menos me gusta de México? ¡Que no es Japón!”, comentó Matías con una sonrisa, como si la respuesta resultara obvia.
“Si todos se ponen de acuerdo, este mundo va a mejorar, ustedes van a estar tranquilos y todos vamos a estar en paz. Sólo pónganse de acuerdo”, pidió Nina.