En el marco del comienzo de las jornadas de vacunación para los docentes, se preguntó a varios sobre el eventual regreso a las clases presenciales.
“Me imagino que será con cubrebocas, caretas, con mucho cuidado en la entrada de los niños y niñas, si antes eran grupos grandes, ahora tienen que ser pequeños”, comentó la maestra Nayelli Burgos Dziu, de la primaria “Benito Juárez” de esta ciudad.
“Es difícil controlar la convivencia dentro de la escuela porque los alumnos juegan entre ellos, se pueden quitar el cubrebocas y por inocencia pierden la sana distancia y las medidas sanitarias”, indicó. “Tendrá que ser un modelo híbrido, tener clases por días o por horas y complementar con las clases en línea o virtuales”.
Para la maestra Suemy Raygoza, quien imparte clases al primer grado de secundaria del Centro Universitario Montejo (CUM), la vacuna contra el coronavirus es una oportunidad que da Dios a los profesores para un regreso seguro a las clases y de estar en el lugar donde les gusta: con y entre los jóvenes.
“Es necesario regresar a las clases presenciales, pero tenemos que hacerlo de manera segura”, destacó. “Los muchachos necesitan interactuar, estar detrás de una cámara no es lo mismo, estamos lo más cercano que podemos a ellos, pero no es igual: el afecto, la plática y la convivencia física son necesarias”.
La maestra Suemy comentó que con la vacuna CanSino se siente segura y protegida, pero seguirá cuidándose porque la vacuna “no es para que no nos dé”, sino para que si se diera el contagio no afecte gravemente la salud. Por ello es importante que los alumnos reciban la vacuna.
Ella sabe que el programa es paulatino y de acuerdo con las edades, pero los jóvenes y niños tienen que ser vacunados porque estarán expuestos en las escuelas.
“Esperemos que ya salga la vacuna para ellos y regresen todos lo más inmunizado posible”, indicó. “Vacunar a los maestros no es suficiente para el regreso a las clases presenciales, es un paso importante, pero se necesita que los niños sean vacunados porque ellos son los portadores de este virus”.
¿Cómo será el regreso a las aulas en agosto?, se le preguntó.
“En el CUM tenemos un protocolo para las clases presenciales, hay que respetar lo que digan las autoridades de salud, pero definitivamente no podemos atender al 100% de los alumnos”, indicó. “Hay que manejar el modelo híbrido, la mitad asistirá un día y la otra mitad del alumnado al otro día, y tratar de nivelar la educación para que no se pierda el proceso de enseñanza”.
¿En esta modalidad en línea y virtual el alumno se está rezagando?
“Pienso que están aprendiendo, hicimos adecuaciones para el manejo de los aprendizajes esperados de cada grado, para que los alumnos tengan la capacidad de aprender de acuerdo con su grado y programas”.
Para ella, la aplicación de la vacuna a los docentes en estos momentos de la pandemia es lo correcto, se vacunó a los más vulnerables y además no se apresuraron, eso se refleja en la disminución de la pandemia.
Esa previsión y prudencia del gobierno del Estado y del gobierno federal evita que a Yucatán le pase lo que a Quintana Roo y Campeche, que apresuraron las cosas y hoy tienen una situación más complicada que la de Yucatán.
El profesor de la Universidad Politécnica de Yucatán (UPY), Alejandro Cano Blanco, siguió las indicaciones de las autoridades sanitarias. Llegó a 10 minutos del horario de su cita, pero cuando estuvo en el Siglo XXI le tocó casi al final de una larguísima “cola” de personas.
De entrada, el profesor dijo que para pensar en el regreso a las clases presenciales hay que vacunar a los alumnos y alumnas para que todos estén seguros en la escuela. Sin embargo, las autoridades sanitarias y educativas tienen la última palabra en la decisión si se regresa a clases en agosto próximo.
Él ya quedó protegido con la vacuna CanSino que recibió y con ello se siente listo para que vuelva frente a los estudiantes de ingenierías que ofrece la UPY.
“Doy mis clases en línea y no hemos tenido problemas, siento que es el mismo aprovechamiento, o probablemente no lo sea en el caso de las ingenierías porque hay talleres y tareas que se necesitan hacer directamente en la escuela”, comentó.
“Nos han dicho y me he enterado que cuando el semáforo esté en verde se debe regresar a clases presenciales, pero las autoridades deciden”.
“Los alumnos se pueden contagiar entre ellos mismos por la interacción. Se supone que todos deben estar vacunados, pero el problema es que no hay vacunas para menores de 14 años. En el caso de las ingenierías, los alumnos son mayores de edad y deberían recibir la dosis, pero sabemos que la campaña de vacunación va en orden de edades y prioridades”.
Sobre el proceso, el personal de chalecos azules revisó que todo el que estuviera en la fila tenga a mano su hoja de registro con QR, su identificación y que la hora de la cita fuera la correcta. Quienes se infiltraron en el horario de las ocho de la mañana y tenían otra hora de cita fueron separados y pasaron cuando terminaba el horario en turno.
En Yucatán se registraron 60,660 trabajadores de la educación, pero alrededor de 50,000 gestionó una cita. Los que faltaron, según consideró la autoridad sanitaria, es porque se vacunaron en las etapas de 60 años y más o de 50 a 59 años.
De acuerdo con información de la Secretaría de Salud federal, la eficacia general de la vacuna CanSino es del 68.83% para la prevención de todas las infecciones sintomáticas de Covid-19 en 14 días después de la aplicación y 65.28% a los 28 días de ello.
Una vez que se desarrollan los anticuerpos, la vacuna tiene una eficacia del 95.47% para la prevención de enfermedad grave a 14 días después de la aplicación y 90.07%, a los 28 días. Está diseñada para proteger a las personas de 18 años de edad o más.
De un vistazo
Estrategia
La segunda jornada de vacunación de docentes será hoy y terminará mañana.
Centro de convenciones
El proceso de vacunación en el Centro Siglo XXI fue rápido y en orden. A pesar del gran número de trabajadores de la educación que asistió no hubo aglomeraciones, sino una fila extendida por la sana distancia.
Más rápido
La experiencia adquirida en esta campaña permitió que la logística fuera rápida y en orden. Pasaron grupos de 200 a 300 docentes y el proceso duró en promedio una hora, incluyendo la media hora de observación.
