El rapero español Pablo Hasél finalmente fue detenido esta mañana en las instalaciones de la Universidad de Lérida, en Cataluña, en medio de una aparatosa intervención policial que involucró a sus seguidores, esto luego de ser condenado en el 2015 a nueve meses de prisión por delitos de enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona, que incluyen algunas de las letras de sus canciones, según la justicia de ese país.
Hasél, que en realidad se llama Pablo Rivadulla y tiene 33 años, se encerró ayer en el edificio de la rectoría de la casa de estudios con la intención de complicar más a la policía local para su detención. Sus seguidores colocaron retenes y en el salón donde se resguardó fue cerrado con un candado.
Sin embargo, cuando los Mossos d’ Esquadra entraron al lugar, el cantante estaba esperando su detención en el tercer piso del rectorado. El rapero no opuso resistencia y cuando fue trasladado hasta la patrulla, viendo las cámaras, gritó: “¡Nunca nos callarán! ¡Muerte al estado fascista!”.
El plazo para que el rapero, más famoso por sus escándalos judiciales que por su música, se entregara voluntariamente había vencido el pasado viernes. El rector de la universidad, Jaume Puy, lamentó que las autoridades “no hayan dado soluciones para que se resolviera de manera dialogada”, aunque subrayó que “sería una temeridad que el rector se opusiera a la ejecución de una orden judicial”.
Dicho día, Hasél publicó una nueva canción cuyo título es Ni Felipe VI y está plagado de críticas contra la monarquía y al “gobierno mal llamado progresista”, aludiendo también a su situación de forma directa. En la canción, el rapero catalán alude al delito por el que ha sido condenado, sostiene que “no son injurias, es contar lo que pasa” y también ataca directamente al vicepresidente segundo y máximo dirigente del partido Podemos: “Fascista, no somos el domesticado, (Pablo) Iglesias”.
La semana pasada varios artistas y representantes del mundo de la cultura publicaron un manifiesto a favor de la libertad de expresión y en contra del encarcelamiento del rapero, entre los cuales destacaban Joan Manuel Serrat, Pedro Almodóvar, Alba Flores, Álvaro Morte, Javier Gutiérrez o Aitana Sánchez Gijón, entre otros.
La organización no gubernamental Amnistía Internacional también expresó que ve “injusto y desproporcionado” que Pablo Hasél entre en prisión, por lo que ha lanzado una campaña en la que exige reformar el Código Penal. Además, la justicia española le investiga por su participación en el intento de asalto a la Subdelegación del Gobierno de Lérida el 25 de marzo de 2018, durante las protestas por la detención del ex presidente catalán prófugo, Carles Puigdemont, en Alemania.
La primera condena al rapero, que está en trámite, es por publicar en las redes sociales varias de sus canciones en las que alababa los ataques de la banda terrorista vasca ETA y Al Qaeda, entre otros, y pedía que se atentara contra políticos del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y el Partido Popular (PP).
La Audiencia Nacional justifica, en los antecedentes de Pablo Hasél, la orden de ingreso en prisión. Tras su detención fue llevado centro penitenciario de Ponent, en Lérida.