El escándalo alrededor de la renuncia del fiscal del Estado Wílbert Cetina Arjona tendría poco impacto en las elecciones del próximo año, considera Luis Ramírez Carrillo, investigador universitario y analista político.
El PRI, el principal partido de oposición y con mayoría en el Congreso, no podría sacar provecho del caso porque los diputados de instituto son corresponsables del nombramiento de Cetina Arjona en octubre de 2018, dice el doctor durante su participación en el foro virtual “Crisis en la Fiscalía de Yucatán”, convocado por el Diario el viernes 4 de diciembre y del que hoy publicamos la cuarta y última nota con la síntesis de lo más relevante.
En ese foro participaron también el presidente de Coparmex Mérida, Fernando Ponce Díaz, y el expresidente del Colegio de Abogados de Yucatán Rubén Bolio Pastrana.
Éste, en su turno, dijo —como ya informamos— que existen elementos suficientes para pensar que el exfiscal Cetina Arjona habría cometido durante su gestión el delito de cohecho por lo menos, mismo que se persigue de oficio, aunque el Ministerio Público se ha abstenido de investigar.
Ponce Díaz, por su parte, afirmó que en Coparmex “hemos solicitado una investigación a fondo para el esclarecimiento de los hechos y, en su caso, sancionar conforme a derecho a quienes resulten responsables”.
En respuesta, el titular de la Fiscalía Especializada en el Combate a la Corrupción en Yucatán, José Enrique Goff Ailloud, respondió el lunes que desde el viernes 13 de noviembre se abrió una carpeta de investigación contra Cetina Arjona y que “actualmente la carpeta se encuentra en proceso de investigación inicial, hay una investigación real”.
Respecto al eventual impacto político de ese escándalo, Ramírez Carrillo, doctor en Sociología e investigador de la Unidad de Ciencias Sociales del Centro de Investigaciones Regionales “Dr. Hideyo Noguchi” de la Uady, indica que “no creo que tenga un gran impacto electoral” y que propicie, digamos, un voto en contra del PAN en los comicios del próximo año.
El investigador refiere que hay razones para pensar así. Una es que el PRI, el grupo políticamente más fuerte y quien podría aprovechar mejor este evento —“porque no veo que Morena u otras organizaciones tengan muchas posibilidades electorales”—, carga también con la responsabilidad de haber nombrado al fiscal.
“Lo que nadie dice con suficiente fuerza es que, a fin de cuentas, el nombramiento del fiscal es una corresponsabilidad del Congreso del Estado”, cuyos integrantes priistas revisaron el currículum y los antecedentes de las personas que integraron la terna que les envió el gobernador Mauricio Vila Dosal.
“Digámoslo claro: fue también ese partido (el PRI) el que presionó a Vila Dosal para nombrar a Cetina Arjona sobre otras opciones, ya que la designación del fiscal era una moneda de cambio e intercambio político entre la administración entrante de Mauricio Vila y los simpatizantes de los grupos priistas y de los diputados de ese partido en el Congreso, en el momento de la designación”.
“Esa es la verdad: el nombramiento de Cetina Arjona fue un arreglo político, un puente entre PRI y PAN, entre el Congreso y el gobernador, en el momento de que éste tomó la administración estatal”.
En este sentido, agrega Ramírez Carrillo, si el PRI intenta utilizar la remoción de Cetina Arjona para descalificar a la administración de Vila o a los panistas, éstos podrán contestar que quien palomeó al ahora exfiscal fue la mayoría priista en el Congreso, que pudo haberlo impedido en su momento.
“Entonces ese desgarramiento de vestiduras (por parte del PRI), esa lavadita de cara que se quieren hacer los diputados priistas, resulta también bastante falsa, ¡que no nos vengan con cuentos!”
Además, apunta, varios de esos diputados podrían haber tenido “algún tipo de negocio o relación, no digamos ilícita, no me atrevería a decirlo, con el despacho del mismo abogado que estaba siendo nombrado fiscal. Digamos que más de uno veía buenos negocios con ese nombramiento”.
Más adelante el doctor Ramírez Carrillo señala que la designación de esa persona como fiscal del estado —“fue un error, aunque se pensó que nada iba a suceder”— obedeció, quizá a un arreglo con intereses políticos dentro del Congreso que también apoyaban la designación.
“Éste es el bueno”, le habrían dicho al gobernador, y nos oponemos a los otros dos de la terna, de modo que si no lo nombras a él (Cetina) tardarás en integrar tu equipo de gobierno, entonces, ¿por qué no nombrarlo?
“Creo que algo así por el estilo fue lo que sucedió”, dice Ramírez Carrillo, y desde el principio los legisladores no se fueron por los antecedentes de Cetina Arjona. No fue una elección ideal, fue una muy mala decisión”.
Otros comentarios del doctor Luis Ramírez Carrillo sobre la renuncia de Wílberth Cetina.
A su parecer, “la designación de Cetina Arjona como fiscal fue producto de una negociación política con grupos vinculados al Congreso del Estado. Quizá no solo al Congreso, pero eso solo lo saben quienes participaron en ese nombramiento”.
La clase política en su conjunto se irá con cuidado a la hora de usar el argumento del fiscal como ataque, agrega. “No creo que otros partidos lo usen como bandera en los próximos comicios, pero en todo caso el impacto (electoral) sería pequeño”.
También está el asunto del tiempo. Faltan seis meses para las elecciones y como van el país y el estado mismo, y la suma de eventos que se vendrán encima, “cuando lleguen las elecciones, el escándalo del fiscal habrá quedado muy lejos”.