La Secretaría de Salud informó que no cuenta con la base de datos del sistema epidemiológico y estadístico de las defunciones de los años 2019 y 2020. Ante una solicitud de transparencia en la que se solicitan dichos registros en versión pública, un ciudadano pidió las estadísticas de muerte de febrero a julio de este año.

El pleno del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) revocó dicha respuesta y le ordenó a la Secretaría entregar una versión pública de la base de datos, en la que deberá incluir el año, mes, estado de captura, fecha de información, de actualización, tipo de hoja y la resolución de su Comité de Transparencia, donde clasifica los datos confidenciales contenidos en el sistema.

“Todos que es un deber de todas las autoridades: tener actualizada lo más posible la información. Es evidente: las cifras oficiales que desde el comienzo de la pandemia, respecto del covid-19 se han dado por contagios y por defunciones, han resultado muy polémicas, muy cuestionables.

“Naturalmente tiene que venirse generando cada vez más una exigencia efectiva de llegar a esclarecerlas, porque resulta que, naturalmente, estos datos se sabrán tarde o temprano, ojalá que más temprano que tarde”, dijo el comisionado presidente del INAI, Francisco Javier Acuña, al exponer el caso.

Por su parte, la Secretaría de Salud argumentó que, en la elaboración de dicha base de datos, participan muchas instituciones. Acuña comentó que la respuesta de la Secretaría de Salud “desgraciadamente fue parca y lateral, vamos a llamarle así, y no satisfizo y tampoco a mí, como cabeza de ponencia de este asunto ”.

Por lo tanto, recordó que el INAI tiene el deber y la oportunidad de “dejar en claro que no puede satisfacer, no se puede dar por vista una respuesta que tiene estas angosturas”. Sobre, todo, informar el funcionamiento y la mecánica oficial respecto de las defunciones.

Así, propuso revocar la respuesta al considerarla como “imperfecta” y debe ser modificada en beneficio de la credibilidad pública del país. “México necesita reconocerse democráticamente como un país que es confiable con sus cifras, porque ese es el problema que tienen muchas democracias, vamos a decir, de baja densidad, que no tienen elementos fidedignos para acreditar cifras, de cosas malas sobre todo”, aseguró.