Inclemente e implacable. Cristobal se formó este martes en las aguas de la Bahía de Campeche, y desde ese momento, ha castigado duramente a los estados del sureste de México, dejando imágenes desoladoras.

Una de las primeras localidades en sufrir los estragos de la tormenta tropical fue la comunidad de Ukum, en la ciudad de Hopelchén, Campeche. Allí, las calles quedaron sumergidas, y las inundaciones provocaron numerosas pérdidas materiales.

“Vean dónde está llegando el agua en estos momentos”, dijo un vecino de Ukum en un video compartido en redes sociales. “Nos encontramos en una de las colonias de aquí de nuestra comunidad, donde las casas se quedaron totalmente bajo el agua”.

Vestidos con chubasqueros amarillos, los residentes salieron de sus domicilios y trataron de salvar algunos muebles. Después, fueron al encuentro de la alcaldesa de Hopelchén, Sandy Areli Baas, que recorrió la zona y repartió despensas a las familias damnificadas.

Los diluvios e inundaciones en Ukum, sin embargo, solo fueron los primeros latigazos que asestó la tormenta. Los tentáculos de Cristobal se extendieron tierra adentro, y la fuerza de sus vientos también se hizo sentir desde el martes por la tarde en Ciudad del Carmen.

Varios videos grabados durante la tarde de ayer, muestran un mar embravecido en esa ciudad petrolera de Campeche, donde las olas se elevaron hasta los cinco metros, y el nivel del mar subió, acosando a las casas más cercanas a la costa.