Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, acusó este lunes a la Iglesia católica mexicana de apoyar al “bloque conservador” del país en su campaña contra la reforma electoral del Gobierno, conocida como el “plan B”.

 

“Cuando se habla de la Iglesia que está apoyando a un bloque conservador en México, yo digo: ‘No, esto no tiene que ver con el papa Francisco, porque él ha condenado a los saqueadores, él ha condenado a los que explotan, a los que humillan, a los pobres’”, afirmó el mandatario durante su rueda de prensa matutina.

 

López Obrador respondió así a la preocupación externada por la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), que hace unos días, en un comunicado, advirtió que aprobar la reforma podría conllevar a la posible violación de los principios de certeza, legalidad, independencia, objetividad e imparcialidad del sistema electoral.

 

El llamado “plan B” incluye reformas a leyes electorales con las que según el mandatario mexicano se pretenden ahorrar tres mil 500 millones de pesos, eliminar facultades para sancionar partidos y funcionarios, así como desaparecer el conteo rápido que se da inmediatamente después de una elección en México.

 

Este lunes, el presidente mexicano afirmó tener “mucha simpatía” con el papa Francisco y aseveró que solo si el Santo Pontífice expresa su preocupación al respecto de la reforma, entonces sí se preocuparía.

 

“Me preocuparía muchísimo si el Papa Francisco se pronunciara sobre este tema. Pero si es aquí, hay que entender cómo las élites de todas las corporaciones siempre se unen, se alimentan, se nutren mutuamente. Las élites, no el pueblo, no el pueblo católico, no el pueblo evangélico, no el pueblo laico, hay que diferenciar”, insistió.

 

Asimismo, dijo que la marcha convocada por diversos grupos políticos para el próximo domingo 26 de febrero en contra del “plan B” es por la defensa de los privilegios.

 

“Vienen a protestar porque no quieren que se apoye a los pobres, el PAN votó en contra de la pensión a los adultos mayores, para ser más claro, y les molesta que se apoye a la gente necesitada porque son muy clasistas y muy racistas”, apuntó.

 

Aseveró que este tipo de manifestaciones son “un striptease político”, pues con ello los opositores muestran sus verdaderas intenciones.

 

El “plan B”, impugnado en la Suprema Corte, se presentó después del fracaso el año pasado de una reforma constitucional que buscaba reemplazar al Instituto Nacional Electoral (INE), órgano autónomo organiza las elecciones y que López Obrador ha cuestionado. EFE