Ya está en marcha el proceso de renovación de la directiva de la Asociación Única de Trabajadores Administrativos y Manuales de la Universidad Autónoma de Yucatán (Autamuady), pero apegado a los nuevos lineamientos de la reforma laboral federal vigente, revelaron afiliados de este sindicato universitario.

Las fuentes también confirmaron que la Junta Local de Conciliación y Arbitraje del Estado, como informamos el miércoles 24 pasado, negó la toma de nota a la actual secretaria general de la Autamuady, Sofía Ayil Sierra.

Con ello rechazó el pliego petitorio de revisión del contrato colectivo con emplazamiento a huelga contra la Uady, pues ella ya no tiene representatividad.

Además, confirmaron que para este domingo a las 9:45 de la mañana Sofía Ayil convocó a una asamblea extraordinaria en la Preparatoria Uno a fin de consultar a la asamblea general, máxima autoridad del sindicato, sobre lo que debe proceder en este caso.

Según las fuentes, no se descarta que ella sea ratificada como secretaria general por el tiempo que falta para la elección de la persona que la sustituirá.

De acuerdo con el estatuto de la Autamuady, cada dos años y cada 15 de mayo debe realizar una asamblea electiva para la renovación de la directiva del sindicato.

Sofía Ayil ya lleva tres períodos vencidos y desde mayo de 2020 debió dejar el cargo, pero por la pandemia de Covid-19 obtuvo prórrogas el 30 de abril y 30 de septiembre de 2021, período que ya venció.

La Junta Local de Conciliación no extendió otra prórroga a la lideresa, por lo que ésta tramitó un amparo contra la autoridad laboral porque no consideró que el retraso en la elección de una nueva directiva fue por causa de la pandemia y que hay nuevos lineamientos en los procesos de cambio derivados de la reforma laboral federal.

Se informó que Sofía Ayil se presentó el 3 de noviembre pasado a la Junta Local de Conciliación, último día del vencimiento de la prórroga que tenía para desempeñar el cargo, entregó el pliego petitorio de la revisión de contrato colectivo y solicitó una nueva toma de nota, pero se la negaron.

Aunque explicó que de acuerdo con las últimas reformas laborales, ella no puede convocar directamente a elecciones ni emitir la convocatoria, sino que ahora esa tarea la debe realizar un comité que nombre la asamblea general.

No había convocado a una asamblea informativa para formar ese comité por la prohibición de las aglomeraciones para evitar los contagios en la pandemia, sus argumentos no fueron válidos para la Junta de Conciliación y Arbitraje.

Como ahora las condiciones epidemiológicas de la pandemia ya cambiaron y el semáforo está en verde, con todas las precauciones convocó a la reunión informativa para este domingo para darle continuidad al proceso de renovación de la directiva actual.

“Ella y el resto de la directiva ya quieren entregar sus cargos, hará lo que acuerde la asamblea. La única autoridad que puede modificar todo es la asamblea general, por ello se convocó para que los afiliados digan qué es lo que quieren”, reveló la fuente consultada sobre este conflicto interno y externo.

Una de las ventajas que tiene Ayil Sierra es que ha logrado beneficios a favor de los trabajadores, encabezó la huelga más prolongada que ha enfrentado la Uady en defensa de los derechos laborales y en estos momentos de negociación con la rectoría de la universidad yucateca no pueden dejarlo al criterio de una directiva de novatos.

“Si la asamblea general se lo pide y lo aprueba, ella puede continuar hasta el 15 de mayo y se realizaría el procedimiento electoral como marcan los estatutos de la Autamuady”, señaló la fuente. “Todos los de la directiva nos haríamos a un lado y un comité organizaría y realizaría las elecciones, así lo marca el estatuto reformado”.

Inconformidad

La Autamuady tiene un padrón de casi 800 trabajadores afiliados. Una parte de la base está inconforme con la actuación de la maestra Sofía Ayil Sierra porque no informó en su momento del rechazo a la toma de nota y del amparo que solicitó. Incluso, en la página digital del sindicato subió una grabación en la cual decía que estaba en espera de la toma de nota por parte de la Junta Local, cuando ya la habían rechazado.