Este 14 de julio se cumplen 20 años de la partida de uno de los peloteros más influyentes en la historia de la Liga Mexicana de Beisbol. Nelson Barrera, el líder histórico de jonrones, falleció en 2002 en su casa en Campeche, a los 45 años.
Su figura es una de las más admiradas en la pelota de nuestro país. Después de todo, jugó 26 temporadas en la Liga Mexicana –15 de ellas con los Diablos Rojos del México– y causó admiración entre compañeros, managers y aficionados al Rey de los Deportes.
¿Quién fue Nelson Barrera?
Nelson Barrera Romellón nació el 17 de octubre de 1957 en Ciudad del Carmen, Campeche. Solía jugar en la primera y la tercera base, pero también llegó a desempeñarse como bateador designado. Por supuesto, su versatilidad le permitió desempeñarse como receptor, segunda base, campocorto, jardinero derecho e izquierdo.
Su poderío con el tolete era de sobra conocido, por lo que se voló la barda 455 veces, récord de nuestra competencia de verano. Fue precisamente en 2001 cuando rompió el récord de Héctor Espino (453) y se convirtió en el toletero de mayor impacto. Pero el Almirante, como era conocido, también tiene registros que se mantienen dentro del Top 10 histórico, como su primer puesto en carreras producidas (1,927), segundo lugar en hits (2,937), cuarto puesto en dobles (464) y sexto lugar en carreras anotadas (1,485).
Toda una figura del diamante. Su carrera Con 20 años, comenzó en la Liga Mexicana de Beisbol en 1977 con la casaca de los Diablos Rojos del México. Fue traspasado a Tecolotes de Nuevo Laredo en 1981 y estuvo en la frontera por dos temporadas. Regresó con los Pingos para 1983 y lo hizo ya en calidad de estrella. Fue ahí que voltearon a verlo de Estados Unidos y los Medias Blancas de Chicago se llevaron al Almirante Barrera en 1985 para jugar con los Bisontes de Buffalo, su equipo de clase AAA, pero terminó por volver con los escarlatas, a quienes ayudó para ganar el octavo título ese mismo año (en 1985).
Su mejor temporada la firmó en 1987, cuando bateó para .349, con 153 imparables, 42 cuadrangulares y 134 empujadas, con tres bambinazos el 25 de marzo de ese año, el primer pelotero que conseguía dicha hazaña en la Liga Mexicana. Aquella gran campaña fue recompensada con el noveno título para el México, en el que brilló con un Grand Slam en el quinto juego de la Serie Final ante Tecolotes, con lo que los Diablos Rojos se coronaron. Un año después, repitió título (1988).
Después de varios años de éxito con los capitalinos, firmó con Piratas de Campeche, con quienes estuvo por tres temporadas. Regresó con el México para 1996 y un año después jugó con Guerreros de Oaxaca, que en ese entonces recién se estrenaba en la Liga Mexicana.
Retiro y muerte
El Almirante decidió decirle adiós al diamante porque recibió una oferta para ser director del Instituto del Deporte de Campeche, lo que aceptó para estar más tiempo con su familia. Pero el domingo 14 de junio, Nelson Barrera realizaba arreglos en su casa, incluido su techo. Tocó un toldo de lámina, el cual hizo contacto con un cable de alta tensión y le provocó la muerte inmediata.
El beisbol mexicano se lamentó por aquella pérdida tan impactante. Su inducción al Salón de la Fama del Beisbol Mexicano se dio el 21 de julio de 2003.
Hoy se cumplen 20 años del adiós del más grande jonronero en la historia de la @ligamexbeis, Nelson Barrera.
Con sus 455 cuadrangulares dejó una huella imborrable en la historia del beisbol mexicano.#HagamosH1S7ORIA 🏆 @interceramicmx pic.twitter.com/nOqQfBfH3F
— DiablosRojosMX (@DiablosRojosMX) July 14, 2022