A 20 días de que inicie la veda de mero, programada del 1 de febrero al 31 de marzo, y a un mes del período de Cuaresma, que abarcará del 14 de febrero al 23 de marzo, se ha constatado que los precios de los productos marinos en los restaurantes de este puerto no han experimentado aumentos desde diciembre pasado.
El mero figura como uno de los productos más costosos en este puerto, alcanzando hasta 300 pesos por kilo de mero frito en la zona del malecón, así como en Chelem y Chicxulub, puertos con alta afluencia turística durante las vacaciones. Mientras tanto, otras especies como la rubia, el negrillo y el chacchí tienen precios más accesibles, llegando hasta $245 el kilo frito, una opción muy solicitada por los turistas en ceviche, con un costo de $150.
Estas tarifas se mantienen estables desde finales del año 2023, a pesar de los informes de una disminución en la captura por parte del sector pesquero. Aunque se ha reportado una baja captura, el suministro de productos es suficiente para cubrir la demanda de los restaurantes.
Ante la posibilidad de un próximo aumento en el precio del mero, varios propietarios de restaurantes expresaron su esperanza de que no se produzca un incremento significativo. Además, señalaron que cualquier ajuste dependerá de la cantidad de pescado refrigerado disponible, indicando que una escasez del producto podría traducirse en un aumento de precios.
En situaciones en las que el mero no está disponible, las opciones más ofrecidas a los comensales son la rubia, el negrillo e incluso el chacchí, así como huachinango, robalo y pargo. En estos casos, los precios podrían mantenerse estables o incluso disminuir, ya que la competencia entre los pescadores puede conducir a una reducción de los costos.
Respecto a la pesca de cazón, que ha tenido varias semanas de buena captura, el precio del kilo ha alcanzado los $45 según algunos pescadores. Durante la Cuaresma, el pan de cazón experimenta una alta demanda entre los comensales.
En cuanto a las preferencias de los clientes, los restauranteros consultados indicaron que los residentes de los municipios yucatecos prefieren adquirir pescado frito y ceviches en pescaderías locales.
A su vez, la langosta, a menudo considerada un producto de precio elevado, se ofrece en restaurantes de alta categoría a 3.50 pesos por gramo.
No obstante, las fuentes expresaron su preocupación por el inicio de la Cuaresma en febrero, coincidiendo con la posible presencia de nortes. Afirmaron que los restaurantes podrían sufrir un impacto en el inicio de la temporada alta de turismo, ya que poca gente visitaría el puerto en caso de condiciones climáticas adversas.
Destacaron que un escenario así sería perjudicial para los establecimientos que invierten en preparativos durante períodos de alta demanda, como la Cuaresma y las temporadas de vacaciones de Semana Santa, verano e invierno.